LA SINGULARIDAD DE LA EDUCACIÓN ADVENTISTA

La educación adventista tiene muchos compromisos y buenos propósitos pero, aun más, son los obstáculos; y uno de los más importantes es el financiamiento,  el compromiso de los docentes de integrar la fe cristiana a la educación, y a últimas fechas la creciente matriculación de estudiantes no adventistas en las escuelas a despertado el pensamiento negativo de los padres feligreses, que creen que sus hijos se están contaminando y en cierto modo ven que se está perdiendo el carácter adventista de la educación, pero este suceso también tiene parte positiva pues brinda oportunidades misioneras.

Pese a todo, la educación adventista se ha mantenido firme en sus propósitos y no ha dejado de ser un futuro prometedor y todo ello radica en sus siete elementos que la conforman: su misión unificadora, que es la trasmisión del evangelio eterno del amor de Dios, su marco integral que es el equilibrio armonioso entre las dimensiones espirituales, mentales, sociales, físicas y morales del aprendizaje, su perspectiva de fe, su excelencia académica, su énfasis en los valores morales y éticos para saber distinguir el bien del mal, su énfasis en el servicio como un componente esencial de la vida académica y su firme ancla se encuentra en Dios por ello los estudiantes aprenden que es necesario confiar en el señor con todo el corazón.